Tras matar accidentalmente a un oponente en el ring, el luchador enmascarado Superargo deja la lucha libre y, siguiendo el consejo de su amigo el Coronel Alex Kinski del Servicio Secreto, se convierte en agente secreto, usando sus superpoderes para intentar deterner los planes del villano Diabolicus de destrozar la economía global convirtiendo el uranio en oro.